La diabetes no controlada representa uno de los principales problemas de salud pública en el mundo. Cuando la parte preventiva y de control se deja de un lado pueden presentarse complicaciones o alteraciones en el organismo. Dichas alteraciones pueden dar lugar a una serie de factores que van a afectar su capacidad y funcionamiento físico, entre estas se encuentran las afecciones de los pies que originan lesiones conocidas como "pie diabético".
El pie diabético es un síndrome que engloba las alteraciones en la anatomía y/o funcionalidad que ocurren en los pies de las personas que viven con diabetes como consecuencia de la falta de control en su enfermedad.
El pie diabético constituye un problema de salud pública por su alta frecuencia y por sus enormes costos sanitarios y sociales asociados al elevado número de ingresos hospitalarios, los prolongados internamientos, la demanda de atención médica, y la incapacidad laboral de los pacientes, entre otros. Es muy importante prevenir la aparición de complicaciones en los pies de personas que viven con diabetes. La Organización Mundial de la Salud y la Federación internacional de diabetes han luchado fuertemente para que las amputaciones en los pies se reduzcan, pero todo depende de la concientización que tenga la persona que vive con diabetes.
La pérdida de la sensación (neuropatía) y la pérdida de circulación (cierre de las arterias) son la causa de que las úlceras plantares, dorsales, o en los bordes de los pies, se infecten con gran facilidad. Tropezones, heridas y quemaduras son causas de las infecciones.
Para evitar las lesiones del pie lo más importante es:
- Seguir las indicaciones médicas; asistir a las citas y pedirle a su especialista que le revise los pies.
- Llevar un plan de alimentación balanceado, pedirle ayuda a su especialista en nutrición.
- Mantener los valores bioquímicos dentro de los rangos recomendados. La hemoglobina glicosilada, prueba que se realiza cada tres meses, debe estar menor de 7%.
- Los valores del perfil de lípidos (colesterol, triglicéridos) deben estar dentro de lo recomendado por su especialista.
- No fumar. El fumar incrementa el daño en las venas y arterias de los pies, lo cual afecta la cicatrización de las heridas.
- Si observa laceraciones, úlceras o infecciones en sus pies, debe acudir a revisión médica para que sea examinado.
- Revisar sus pies diariamente, utilice un espejo. Secarlos muy bien.
- Tener la piel hidratada
- Las medias o calcetines deben ser de algodón y se recomienda un color claro para controlar posibles exudados o sangrados.
- Los zapatos deben ser de cuero, de punta ancha, cómodos y a la medida.
- Las uñas se recomienda limarlas, no cortarlas con corta uñas. Pedir que otra persona lime las uñas es más seguro.
- Revisar todos los días los zapatos para verificar que no existan objetos extraños como piedras u otros que puedan lesionar el pie.
- Preferir zapatos deportivos en lugar de sandalias y botas de hule.
- Evitar sumergir los pies en agua muy caliente o fría. Esto puede afectar la circulación de los pies.
- Consultar a su médico sobre los tipos de crema que utiliza.
Es importante ser un vigilante diario de los pies, así se evitarán complicaciones que afectan la calidad de vida de la persona que vive con diabetes.
¡Recuerda cuidar tus pies!
