Considera que no hay alimentos prohibidos y sí cantidades y horario permitidos. Antes de conocer las cantidades que requerimos de cada cosa, debemos analizar qué es lo que nos aportan los diferentes grupos de alimentos. Los alimentos son las fuentes de los nutrientes que necesita nuestro organismo.
Son cinco los nutrientes que nos dan los alimentos: Carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
Los carbohidratos los encontramos en los alimentos fuentes como son las harinas, los tubérculos, las frutas y los lácteos. Los carbohidratos son importantes para los procesos metabólicos del cuerpo, nos dan la glucosa inmediata que es el combustible que necesita nuestro organismo. Por eso es importante saber las cantidades que se deben consumir. Consulta con tu nutricionista las cantidades adecuadas para tu organismo. Y recuerda que el consumo de azúcar de mesa va a tener un impacto rápido en la glucosa sanguínea.
Las proteínas. Algunos de los alimentos fuentes de proteína son las carnes, los frijoles, los quesos, el huevo, entre otros. Nos ayudan a la formación de tejidos y que las fibras musculares estén adecuadas para tu edad.
Las grasas. Este nutriente es muy importante porque ayuda en procesos metabólicos del cuerpo como: formación de enzimas y hormonas. Sin embargo, las cantidades y selección debe ser cuidadosa, debes buscar las grasas saludables como el aguacate, el aceite de oliva, maní, nueces y inclusive pescados que sean fuente de omega 3 como el salmón.
Las vitaminas y minerales. Todos los alimentos tienen de estos nutrientes, sin embargo, las fuentes principales las puede encontrar en los vegetales y las frutas. El consumo de vegetales como lechuga, tomate, brócoli, pepino, palmito, entre otros, además de aportar vitaminas y minerales, nos aportan fibra que ayuda a mantener los valores de azúcar en sangre dentro de los rangos. La fibra también ayuda a controlar las enfermedades cardiovasculares y digestivas, así que te recomiendo comer vegetales todos los días.
Ahhhhhhh, y no se olvide tomar agua. Multiplica 35 ml por tu peso en kilogramos y sabrás cuanto debes tomar de agua al día. Por supuesto consúltalo con tu especialista en salud porque en algunas ocasiones hay personas que retienen líquidos y que, por lo tanto, deben tomar menos agua.
