El Valor del Dinero, es un concepto aplicado en la adquisición de diferentes tecnologías mediante el cual, se establecen criterios de análisis que deben guardar entre si el mejor balance para dar como resultado la decisión más acertada.
Antes de proceder a estudiar estos criterios, aplicados a la adquisición basada en el valor del dinero para los equipos de tomografía axial computarizada, debemos tener claridad que el costo total del equipo no es igual al valor de compra de este.
Cuando nos referimos al costo total de un equipo de tomografía axial computarizada, estamos hablando de la suma de todos los costos y gastos, operativos y financieros en los cuales fue necesario incurrir o se incurrirá durante toda la vida útil del equipo; esto es lo conocido en inglés como el T.C.O. (Total Value OwnerShip) o traducido el Costo Total de Propiedad.
Así el T.C.O. de un Tomógrafo Axial Computarizado, debe contemplar los costos y/o gastos asociados de forma directa o indirecta, de los siguientes elementos, los cuales se presentan desde la firma del contrato hasta el final de la vida útil o de obsolescencia del equipo.
Valor de compra del equipo.
Gastos financieros derivados de la forma de pago (anticipos o garantías bancarias)
Costo de oportunidad sobre el área requerida para la instalación.
Costos directos relacionados con la readecuación del sitio de instalación (civil, electromecánica, radiométrica).
Costo de habilitación del sitio y certificación del haz de radiación.
Consumo eléctrico del equipo en modo stanby y de adquisición.
Cobertura y costo anual de la garantía extendida.
Costo y cobertura de garantía sobre el tubo de rayos X (con o sin límite de disparos)
Costo del contrato de mantenimiento preventivo, correctivo con inclusión de repuestos.
Costo de la capacitación de usuarios y especialistas según demanda (actualización, rotación de personal, entre otros)
Costo de las actualizaciones, mejoras y nuevas aplicaciones de las licencias de software de adquisición y de postproceso.
Valor de recompra del equipo.
Una vez que se ha establecido el Costo Total de Propiedad (T.C.O.) ya tenemos una parámetro de comparación entre las distintas marcas del mercado para poder tomar una decisión lo más acertada posible desde el punto de vista de costos; sin embargo esto no es suficiente, antes de proceder a optar por la oferta más económica, debemos contrarrestar a la ecuación aquellas propuestas de valor que generaran oportunidades de sostenibilidad, expansión y crecimiento, que podrá brindar el equipo seleccionado y las cuales se derivan de aquellas características de desempeño del sistema en eficacia y eficiencia.
T.V.O (Total Value OwnerShip), este segundo concepto Valor Total de Propiedad, viene a integrar lo expuesto en el párrafo anterior, es el momento en el que buscamos la tendencia de la balanza entre costos y beneficios.
Antes de proseguir con estos dos términos, se debe revisar cual es la estrategia de la institución y así alinear, veamos unos ejemplos:
Una institución pública con un alto flujo de trabajo buscara una solución que le permita aumentar la productividad del equipo (pacientes/hora) por lo cual se enfocara en la eficiencia por encima de la eficacia, nos referimos a que bajo un estándar predefinido de eficacia, buscara aquellas especificaciones técnicas de eficiencia que le permita atender mas pacientes por unidad de tiempo, ya que uno de sus principales objetivos es mantener las listas de espera en niveles aceptables.
Una institución privada con un flujo de trabajo medio/bajo, no se enfocará en especificaciones para aumentar la productividad, por el contrario, buscará aquellos aspectos de eficacia que aseguren la excelencia del diagnóstico y mejoren la experiencia del paciente. No significa que la eficiencia no es relevante, solo que queda en un segundo término ante la eficacia.
Eficacia: Son todas aquellas especificaciones técnicas del equipo, que generan impacto directo en la calidad de imagen, para asegurar el mejor y más acertado diagnóstico médico, entre las más relevantes a revisar son:
Cantidad de cortes por rotación.
Tiempo de rotación.
Cobertura del detector en el eje Z.
Ancho mínimo del corte.
Resolución espacial.
Detectabilidad en bajo contraste.
Relación Imagen/Ruido.
Matrix de reconstrucción.
Eficiencia: En este punto nos referimos a las especificaciones o configuraciones, que permitan al equipo disminuir de forma considerable elementos como tiempo de adquisición de la imagen, tiempo de postproceso de la imagen, dosis de radiación, flujo total de trabajo del paciente, entre otros, características con impacto directo en estos elementos son:
Cantidad de cortes por rotación.
Tiempo de rotación.
Cobertura del detector en el eje Z.
Campo de visión.
Capacidad térmica del ánodo en el tubo de rayos X.
Capacidad de enfriamiento del tubo de rayos X.
Herramientas de adquisición y postproceso*
Cámara 3D para posicionamiento del paciente.
Así entonces, si de alguna forma pudiésemos monetizar todas y cada una de las especificaciones técnicas que influyen en la eficacia y la eficiencia de un TAC, llegaríamos a decir que: Valor del Dinero = TCO – (Eficacia + Eficiencia) y que la resultante de menor valor sería la más adecuada.
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